¡Buenas! Hoy vengo con la segunda actualización de esta sección, y nos toca volver a viajar a París ya que debería haber hecho un Viajando con "La reina sin nombre", pero al estar ambientado en la alta Edad Media me resultaba bastante complicado situar exactamente donde se desarrollaba la acción, excepto Toledo y algunas zonas del norte de España, y además dudo mucho que los paisajes se parecieran a los actuales y pocas fotos podría encontrar.
Así que nada, volvemos a París y a algunos de los escenarios que ya vimos en su día con "El fantasma de la Ópera", ya que como dije en la
reseña se inspira en el clásico para ofrecernos una historia maravillosa.
Aviso que, aunque trato de no contar mucho de lo que ocurre en cada lugar del que hablo, probablemente con las simples imágenes podréis deducir alguna cosilla y spoilearos, así que a partir de un punto que indicaré a su debido momento no recomiendo que sigáis leyendo si antes no habéis leído El violín negro.
¡Empecemos el viaje!
Nada más abrir el libro nos encontramos con un personaje que cruza a toda prisa el
Pont des Arts para ir a la
Rue Bonaparte, donde se encuentra el anticuario
Corenthin et fills.
El puente creo que no lo conocía o no lo recuerdo de cuando estuve en París, o por lo menos no es de los que más fama llevan de todos los puentes que cruzan en río Sena.
La
rue Bonaparte se encuentra en el barrio Saint-Germain-des-Prés, que es uno de los más céntricos. Según Santa Wikipedia, esta calle se caracteriza por tener numerosas asociaciones literarias y librerías especializadas en libros antiguos.
El primer lugar donde vemos a Christelle, la protagonista de esta historia, es en la
Salle Peyel. Se trata de una sala de conciertos de música sinfónica perteneciente a la Cité de la musique.
Christelle vive con su tío cerca de la Place de la Bastille, concretamente en la Rue des Tournelles. Esta calle se encuentra en el distrito de Marais, también muy céntrico.
Como no podía ser de otra forma, también aparece en esta novela la
Ópera Garnier, de la que ya hablé en el anterior
Viajando con...
Y de nuevo aparece la
Rue Rivoli, concretamente en el mismo lugar en el que transcurre parte de la acción de El fantasma de la Ópera, pero unos años más tarde.
Otro personaje es presentado en la
Capilla de Sainte Rosalie, una pequeña iglesia ubicada en el distrito 13º de París.
Posteriormente veremos que dos personajes se reúnen en un bar de una calle cercana al
Boulevard Henri IV, que está próximo a la Place de la Bastille, por lo que se encuentra en la misma zona en la que vive Christelle.
También vamos a viajar al pasado y nos instalaremos en una mansión cercana al
Monasterio de Cimiez, en Niza y en éste mismo. Se trata de un monasterio fundado en el siglo IX por los monjes benedictinos.
Volviendo al París del presente será necesario visitar el
cementerio de Montparnasse, un espectacular cementerio que según Wikipedia ocupa 19 hectáreas nada más ni nada menos y en él descansan los restos de grandes personajes ilustres.
También pasaremos por el
Centro Pompidou, un peculiar centro cultural que alberga el Musée National d'Art Moderne, un centro de investigación musical y acústica y una biblioteca.
Posteriormente un personaje buscará cierta información en la Biblioteca Nacional de París, también conocida como
Biblioteca Richelieu, creo que la imagen habla por si sola de lo espectacular que es. Además se caracteriza por albergar más de 13 millones de libros y 350.000 volúmenes encuadernados de manuscritos, además de colecciones de mapas, monedas, documentos, estampas y registros sonoros.
Ciertos personajes se reúnen en las escaleras del Panteón, un edificio construido en el año 1790 y que en un principio iba a tener como finalidad ser una iglesia dedicada a Santa Genoveva (patrona de París), pero que finalmente se ha utilizado para albergar los cuerpos de personajes ilustres franceses, además de que aquí se llevó a cabo el experimento del péndulo de Foucault, el cual puede verse todavía.
De vuelta al pasado cambiaremos de ciudad y andaremos por la Via Sacra de Delfos (Grecia) o por cierto lugar de Cremona (Italia). La Vía Sacra era la calle principal del santuario de Delfos, lugar en el que se encontraba el Templo de Apolo, al que muchas personas iban en peregrinación.
Cremona es una ciudad italiana famosa por la importante presencia de luthiers (artesanos que fabricaban violines y demás instrumentos de cuerda frotada) durante el siglo XVII.
AVISO IMPORTANTE: posiblemente alguna de las imágenes que hay a partir de aquí pueden destripar alguna cosilla, así que si no has leído el libro no te recomiendo que sigas leyendo esta entrada.
En este viaje por todo París no podía faltar una visita al Museo del Louvre, concretamente al ala Richelieu, en la sala Cour de Marly, que es en la que se encuentran una colección de esculturas francesas de varios siglos de antigüedad.
Y es en esta misma sala donde se puede observar la estatua Mort Saint Innocent, que en sus inicios se encontraba en el cementerio de los Inocentes, pero éste fue clausurado en 1786 y fue llevada a otros emplazamientos hasta que definitivamente está en el Louvre. ¿Da un poco de repelús, no?
De nuevo salimos de París y esta vez nos vamos a la ciudad italiana de Turín, concretamente a un monasterio del que creo que no se dice su nombre, así que la fotografía será solamente de la ciudad.
Volviendo a París deberemos caminar por sus calles subterráneas, es decir por las catacumbas. Esta red de túneles fue una mina de caliza durante la época romana y posteriormente pasó a ser un cementerio a finales del siglo XVIII, ya que los cementerios de la ciudad no guardaban la salubridad necesaria y se decidió trasladar los huesos a este lugar. De nuevo, las imágenes hablan por sí solas.
Volviendo al aire libre, caminaremos por el precioso
parque Buttes-Chaumont, donde nuestro recorrido acabará llevándonos al
templo de la Sibila.
Por último, observaremos detenidamente el Monumento a los Muertos en el Cementerio Pierre Lechaise, así como algunas tumbas de que se encuentran en el Chemin du Quinconce de este cementerio.
Eso es todo por hoy, había unos cuantos escenarios más, que no eran tan importantes y creo que con los que he puesto hay más que suficientes para hacernos una idea de lo bien ambientado que está y que, como ya dije en la reseña, se nota que la autora se conoce París muy bien al igual que muchos mitos y leyendas que aparecen en el libro y que recomiendo que descubráis con su lectura. :)
Así que nada, volvemos a París y a algunos de los escenarios que ya vimos en su día con "El fantasma de la Ópera", ya que como dije en la reseña se inspira en el clásico para ofrecernos una historia maravillosa.
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